¿Cómo está su conciencia ambiental?
Confíese su pecado ecológico y corríjalo. Si algunas de las acciones indicadas en la siguiente lectura son tan cotidianas en su rutina y se multiplicaran por 100 millones de personas, ¿cuánto aguantará nuestro país y muestro planeta?
Para ver qué podemos hacer para seguir avanzando en el cuidado de la tierra, un, académico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, invita a poner atención a la siguiente historia: Pedro salió de su trabajo a buscar su auto, se detuvo en el puente que cruza a diario, miró las aguas del canal y pensó "que turbia esta porquería", aspiró una vez más su cigarro y lo arrojó al canal. Llegó al estacionamiento, arrancó el motor y se encaminó a su casa ubicada a tres cuadras de la oficina. El tráfico era infernal así que demoró más de 30 minutos cuando normalmente tarda 15 a la misma hora. "Siempre hay trafico pero hoy se pasó", pensó mientras abría el portón de su hogar. Llegó a la cocina y un montón de platos le esperaban. Decidió lavarlos para ayudar algo, abrió la llave del agua a su máximo y fregó cada plato, vaso y tasa colocando una buena cantidad de detergente en cada uno de ellos, cerrando la llave una vez terminada la limpieza. Sin embargo, a pesar de cerrarla por completo aún goteaba y se acordó que hace un mes su esposa le había dicho lo de la llave, pero se dijo para sí mismo, "otro día la arreglo… total cuánto más me va subir la cuenta". Estaba oscureciendo, acto seguido encendió todas las luces de la casa y la TV, y se fue al jardín a regar. Mientras mojaba el cemento recordó que su esposa le había encargado bebidas y otras cosas para el paseo de mañana a la playa. Acomodó la manguera para seguir regando el jardín y partió al supermercado, antes que lo cerraran. Avanzó dos cuadras se estacionó, bajó, entro agarro una buena cantidad de bolsas de plástico para depositar frutas y verduras en la caja pidió doble bolsa pago y volvió a su casa. Su esposa había llegado y estaba mirando las noticias, le saludó y le dijo: "¿Todo bien para mañana mi amor?", "Si mi bombón", respondió. Camino a la playa el paisaje estaba hermoso, miles de hectáreas de pino vestían las colinas interrumpidas por la carretera. Como era su costumbre, Pedro fumaba al manejar, de repente lanzo el cigarro a la orilla del camino lo niños comiendo fritura y refrescos hacían lo mismo.Instalados en la playa, la feliz familia tomaba sol. Comieron y bebieron plácidamente, el viento se encargaba de llevarse las bolsas de plástico lejos y su mujer disimuladamente enterraba el pañal de su bebe en la arena, los niños aventaban las latas y botellas al mar. No se ven botes para tirar la basura cerca decía para justificar más su acción, dijo: "como al municipio no se le ocurre colocar basureros.". "Típico de la ineficiencia del gobierno", asintió Pedro.
De vuelta a casa, un gran incendio forestal hacía lento el tráfico. Los árboles que estaban a un lado de la vía se quemaban y Pedro abrumado por el dantesco escenario, gritó: "en todas partes hay gente imbécil; quién habrá sido el inconsciente que provocó este daño tan grande en la naturaleza, cómo pueden ser tan irresponsables, acaso no han escuchado sobre el cambio climático". "Mi amor como te lo dije el otro día, la raza es la mala", agregó su esposa. Más tarde en el noticiario un bombero informó que el incendio fue causado por un cigarro lanzado a la orilla del camino.
Resultados: En la historia anterior ¿cuántos actos se encontrarían reñidos contra la preservación del medio ambiente? -Si descubre entre 10 y 12, felicitaciones. Tiene una óptima conciencia ambiental. -Si descubre entre 8 y 9, alégrese. Su conciencia ambiental está relativamente bien. -Si descubre entre 6 y 7, reflexione. La tierra puede estar en peligro. Recuerde que una conciencia ambiental se concibe como la capacidad de entender los efectos de nuestras acciones en el medioambiente. -Si descubre menos de 5 y todos actuaran como usted, en el corto plazo estaremos perdidos. Una óptima conciencia ambiental implica tomar una serie de acciones, partiendo por cambiar nuestros hábitos diarios.
miércoles, 28 de enero de 2009
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