La importancia de los árboles es mucho mayor de lo que nos podamos creer. Son fundamentales para la vida del planeta, son signos de belleza y poesía, de vida y esperanza, son signos también de cultura. Debieran ser nuestros inseparables compañeros dado los beneficios que producen: atraen la lluvia y proyectan sombra y, por lo tanto, suavizan los climas áridos y secos. Absorben la contaminación y producen oxígeno Plantar árboles en toda la tierra, principalmente donde la deforestación ha sido y es especialmente cruel. La deforestación es una de las principales causas del cambio climático, pues su efecto viene a ser como el 20% de las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles. Protegen el suelo con sus raíces mitigando la erosión, no dejando que la tierra sea arrastrada por el agua sino al contrario, reteniéndola y captándola hacia su interior. Y no sólo son beneficiosos para los humanos, también para los animales, pues forman parte de su hábitat y protegen la biodiversidad. especie de legado que deberían continuar. En el momento en el que vivimos, cuando ya son tan claras las muestras de agresividad de nuestra cultura, cuando ya el cambio climático es un hecho irrebatible que no podemos negar, plantar y sembrar la tierra de árboles sería también una manera de formar una red entre humanos, un darnos la mano, uno a uno, país a país, y un acto de generosidad para nosotros, para la tierra, para nuestros descendientes.Un acto también de amor y de querer borrar o reparar las agresiones que les hemos infligido.Protegen el suelo con sus raíces mitigando la erosión, no dejando que la tierra sea arrastrada por el agua sino al contrario, reteniéndola y captándola hacia su interior. Y no sólo son beneficiosos para los humanos, también para los animales, pues forman parte de su hábitat y protegen la biodiversidad. especie de legado que deberían continuar. En el momento en el que vivimos, cuando ya son tan claras las muestras de agresividad de nuestra cultura, cuando ya el cambio climático es un hecho irrebatible que no podemos negar, plantar y sembrar la tierra de árboles sería también una manera de formar una red entre humanos, un darnos la mano, uno a uno, país a país, y un acto de generosidad para nosotros, para la tierra, para nuestros descendientes. Un acto también de amor y de querer borrar o reparar las agresiones que les hemos infligido.Porque estábamos ciegos y llenos de soberbia. Llenos de incultura y de petulancia. El árbol no es un adorno que se planta, se estropea y se pone otro. El árbol es algo maravilloso, con muchas propiedades necesarias para nuestra vida, que tarda años en crecer.
miércoles, 28 de enero de 2009
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